Podríamos definir formación continua en salud, como el conjunto de actividades formativas que se desarrollan en distintos campos profesionales dirigidas a la mejora de competencias y cualificaciones profesionales, que permitan compatibilizar la mayor eficacia y la mejora de la calidad de los distintos servicios, con el desarrollo personal y profesional.
Las nuevas necesidades organizacionales y su adaptación a unos modelos socio-económicos cambiantes, imponen la consideración de la importancia del factor tecnológico que supone tanto una fuente de innovación y de mejora productiva, como una demanda de actualización y formación permanente dentro de las organizaciones.